Nunca podrás estar demasiado preparado para hacer una presentación, pero conocer tu presentación de cabo a rabo puede ayudar a que aumentes tu auto-confianza y a facilitar un mejor manejo de su temor y ansiedad. La preparación no sólo significa saber qué vas a decir, también incluye cómo vas a hacer esa presentación.
Hacé una apertura memorable
Tu apertura da a la audiencia una primera impresión. Hacé saber a tu auditorio el propósito de tu presentación. Descubrí que esperan de tu tema y qué cosas podrían ya saber sobre eso. Considerá cómo captar su atención. Si llegaras a necesitar transmitir malas noticias, es bueno ver de qué manera conectarte con tus oyentes desde el mismo inicio de la charla. Debemos estar preparados con una buena apertura porque establece el tono de toda la presentación.
Enfocate en los Puntos Principales
Conocé los puntos claves que tendrás que abarcar. Ésto te ayudará a manejar la ansiedad y aumentará tu confianza. Subrayá los conceptos principales en tus visuales o en un cuaderno de notas; mejor aún, usá una técnica de memoria, como un “apilado” para recordar la secuencia de los temas a tratar. Evitá tratar de memorizar tu presentación porque de esta manera sonará artificial y te sentirás incómodo.
Fortalecé tus ideas con Evidencias
Siempre es importante brindar evidencia que resista la exposición de tus puntos claves. La evidencia fortalecerá tu presentación y te dará la oportunidad de explicar cada punto de una manera más ilustrativa.
Cerrá con un pedido de Acción
El cierre será la última impresión que tu audiencia tendrá de tu presentación. Es importante tener en mente el propósito de la presentación y así determinar el Cierre apropiado. Enfatizá la Acción o las acciones que recomiendes a que tu audiencia tome en el futuro. Ésto puede ser un buen resumen del contenido de tu presentación y una forma de asegurarse de dejar en la audiencia una clara dirección a seguir.
Recordá: los nervios son normales
La mayoría de las personas se ponen ansiosas ante una presentación. Recordá que la gente que no siente esa ansiedad y estrés puede parecer que subestima a su audiencia. Reemplazá las ideas negativas y convertilas en afirmaciones positivas para vos y para los resultados.
Sos humano
Permitite tener errores. No trates de ser un presentador perfecto. Una pausa breve para recopilar tus pensamientos puede parecerte una eternidad, pero no lo es. Hablá sobre experiencias personales. Llevá tu presentación como si estuvieras manteniendo una charla con tu auditorio.
Pedí Feedback
Te sorprenderá. Aceptá e internalizá los elogios que recibas sin minimizarlos. Pensá en lo que hiciste bien en vez de lo que hiciste mal o lo que faltó. Proponete áreas de mejora para la siguiente presentación. No diez, ni veinte. Enfocarte en una o dos.
Preparate para el éxito futuro
Mirá a cada presentación que des cómo una oportunidad de desarrollo. Disfrutá de la experiencia. Usá cada presentación como una oportunidad de practicar tu auto-confianza y habilidades para tu próxima presentación.