¿Qué debemos tener en cuenta para hacer para una Presentación Exitosa?

En incontables ocasiones nos encontramos con el desafío de presentar información o un mensaje inspirador a un grupo de personas. Algunas personas que se reconocen desenvueltas o con facilidad de palabra, podrían asumir que lo harán bien aún sin practicar, olvidando el impacto que tendríamos si seguimos algunos pasos básicos de preparación.

Para ser un comunicador de impacto, debemos prepararnos y ganarnos el derecho, como dice Dale Carnegie. La preparación puede ser el 50% de nuestra presentación. Estar preparados, aumenta nuestra autoconfianza y evita que “hagamos agua” ante cualquier pregunta o situación inesperada.

¿Qué debemos tener en cuenta para ser un presentador extraordinario?

Prepara tu material con anticipación

Conocer el tema es fundamental, conocer el auditorio también: Esto garantiza que utilizaremos las palabras adecuadas acorde a quienes está dirigida la presentación. Evitemos el uso de palabras que sólo nosotros como presentadores conocemos, esto nos aleja de la razón de la presentación, que es comunicar, ya que posiblemente no nos están comprendiendo.

Si usas apoyo visual, toma en cuenta las normas para presentar información en PowerPoint, cantidad de palabras por diapositiva, cantidad de diapositivas, colores a usar acorde a la hora en que presentarás. En ese sentido, menos es más.

Nuestro auditorio es muy capaz de leer los visuales: nunca se los leamos. En su lugar, agreguemos valor a lo que en ellos figura.

Define la estructura adecuada

Una presentación debe impactar desde las primeras 10 palabras. La “apertura” que elijamos, dependerá del mensaje que necesitamos transmitir; analogías, preguntas, datos estadísticos, entre otras, son diferentes maneras de captar la atención que podemos utilizar.

Cuando ya hemos transitado el corazón de la presentación con lo que sería el contenido central, debemos pensar en un cierre impactante que refuerce el mensaje; puede ser lanzar un desafío, una frase que nos haga cuestionarnos o una historia inspiradora acorde al mensaje que estamos reforzando.

La apertura y el cierre deben ser cortos y tenemos que dramatizar las ideas para que sean recordadas.

Practicar y medir los tiempos

Los presentadores de excelencia se caracterizan por el cómo lo hacen, además de lo bien que manejan el tema: la práctica hace al maestro. Recomendamos practicar antes de exponer, podemos usar la tecnología para hacer videos de esta práctica o apoyarnos con expertos en presentaciones para recibir coaching de cómo lo hacemos.

Durante la presentación tomemos en cuenta nuestro lenguaje corporal

Constantemente observamos presentadores que caminan todo el tiempo, pasan frente al foco del proyector y cargan el apuntador del mismo y otros elementos que utilizarán en la presentación. Esto hace que el mensaje sea más difícil de comprender. Nuestros movimientos deben ser sólo para reforzar el mensaje que estamos transmitiendo; el exceso de movimientos al frente es una muletilla que usamos para sentirnos más seguros y esto disminuye el impacto de cómo presentamos. Debemos tomar en cuenta la organización del salón para determinar nuestro espacio como presentadores; por ejemplo, evitar dar la espalda a los asistentes que están al frente con el propósito de mantener a todos incluidos en la transmisión del mensaje.

Siempre existirán tres presentaciones

La que planificamos y practicamos, la que creemos que sucedió y la que realmente pasó; estas nunca coincidirán y cada experiencia debe ser usada para mejorar en la siguiente oportunidad que tengamos para transmitir un mensaje. Nuestra energía y entusiasmo es fundamental para invitar a los asistentes a mantenerse atentos al mensaje que estamos presentando. Seamos creativos.

Convertite en un presentador profesional y comenzá a disfrutar de tus presentaciones. Inscribite en el Programa Presentaciones de Alto Impacto y vas a contar con coaching y feedback constante para ser el orador que soñás ser.

 

“La confianza en sí mismo viene de la preparación”. – John Wooden.