Cuando
hablamos de inteligencia, a menudo pensamos en términos de conocimiento,
memoria y creatividad. Después de todo, nuestra inteligencia se ha medido
a lo largo de los años en varios entornos académicos y laborales, como todo lo relacionado con lo que recordamos, lo que sabemos y nuestra capacidad para
expresarlo.
Pero hay
otro aspecto de la inteligencia que es igualmente importante: la inteligencia
emocional. Y cuando se trata de inteligencia emocional en el trabajo,
nosotros, como líderes, haríamos bien en comprender este aspecto crítico del
desempeño.
¿Qué es la
inteligencia emocional?
La
Inteligencia Emocional o Cociente Emocional (CE) es una inteligencia social con
la que reconocemos y procesamos las emociones, permitiéndonos finalmente usar
las emociones de manera inteligente para guiar la toma de decisiones en nosotros
mismos y en los demás.
Desde la
década de 1930, los psicólogos y científicos han creído que el éxito requiere
más que inteligencia cognitiva. Pero no fue hasta un artículo en Imagination, Cognition,
and Personality en 1990 que el término "inteligencia
emocional" se puso de moda. Los investigadores Peter Salovey y John
D. Mayer publicaron sus teorías que luego fueron ampliadas y popularizadas por Daniel Goleman
en su libro Inteligencia emocional: por qué puede importar más que el
coeficiente intelectual .
Una
persona emocionalmente inteligente exhibe cuatro características:
·
Autoconciencia (La capacidad de
reconocer nuestras emociones)
·
Autogestión (La capacidad de
controlar nuestras emociones)
·
Conciencia social (La capacidad de
reconocer las emociones en los demás)
·
Habilidades sociales (la capacidad de
usar las emociones de los demás para impulsar el comportamiento)
Cuando
hablamos de CE hoy, a menudo lo hacemos en el contexto de los negocios y el
liderazgo. Y por una buena razón. En 2020, el Informes del Foro Económico Mundial dijo
que la inteligencia emocional es una de las quince habilidades más críticas
para los trabajadores y líderes en el mundo actual.
¿Por qué
es importante la inteligencia emocional en el trabajo?
Tener un CE
alto puede conducir al éxito. De hecho, son muchos los beneficios de la
inteligencia emocional…
·
Mayor empatía: las personas que pueden reconocer fácilmente las emociones en los
demás exhibirán una mayor empatía y podrán interactuar mejor con sus compañeros
de trabajo.
·
Bajos niveles de estrés: una persona con un CE alto comprenderá mejor cómo regular sus propias
emociones y, a menudo, permanecerá tranquila y serena frente a situaciones estresantes.
·
Reacciones a las críticas—Al recibir retroalimentación, particularmente críticas constructivas,
los trabajadores con alto CE aprenderán con una mente abierta y no se pondrán a
la defensiva ni emocionales.
·
Habilidades sociales mejoradas: reconocer las señales emocionales en los demás puede impulsar nuestras
interacciones con ellos, lo que a su vez nos permite formar y fortalecer las
relaciones sociales y laborales.
·
Mejor comunicación: una persona con un CE fuerte es muy consciente de sí misma y esto
puede mejorar la comunicación, ya que puede expresar claramente sus emociones y
necesidades.
¿Los
líderes necesitan de la inteligencia emocional?
Cuando se
trata de inteligencia emocional en el liderazgo, tener un CE fuerte es aún más
importante. Si bien la inteligencia emocional comienza con la conciencia y
la regulación de nosotros mismos, la otra mitad de la imagen es cómo entendemos
y manejamos las emociones de los demás.
Los
líderes con alto EQ
·
Muestran una fuerte empatía al
comprender las emociones de los demás.
·
Escuchan completamente a los
trabajadores sin juzgar sus sentimientos.
·
Tienen un fuerte compromiso de ayudar
a otros a ser lo mejor que pueden ser.
·
Comprenden cómo utilizar las
emociones de los trabajadores para impulsar los comportamientos deseados.
¿Cómo
Mejorar nuestra Inteligencia Emocional?
La
inteligencia emocional es una habilidad y, como con cualquier habilidad, se
puede aprender y mejorar a través del entrenamiento y la práctica. Todo lo
que requiere es un deseo de mejorar y la intención de aplicar el aprendizaje en
el mundo real.
Para
empezar, debemos cultivar un fuerte sentido de autoconciencia. Debemos
reflexionar al final de cada día sobre qué emociones sentimos (particularmente
las emociones negativas) y cómo impactaron en cada una de nuestras acciones. Eventualmente,
podemos aprender a controlar las emociones a medida que ocurren y elegir mejor
cómo responder, en lugar de dejar que las emociones controlen nuestra reacción.
Una vez
que hemos dominado la conciencia y la regulación de nuestras propias emociones,
podemos pasar a reconocer y tratar las emociones de los demás. Podemos
practicar esta empatía convirtiéndonos en mejores oyentes e interesándonos
activamente en los demás. Al dar un buen ejemplo con nuestro propio CE y
ayudar a otros a superar problemas emocionales, nuestros colaboradores aprenderán
a manejarse mejor y a comunicarse con los demás para aumentar los resultados
positivos, la confianza y la capacidad de liderar a otros.
Mejorar la
inteligencia emocional solo puede conducir a buenos resultados para su equipo y
negocio. Coordina con nosotros un taller de Inteligencia Emocional
para tu equipo o participa en el Curso Dale Carnegie para desarrollar
éstas y otras habilidades de liderazgo.