El impacto de la comunicación en el compromiso de los colaboradores

Un buen ambiente de trabajo, en el que los empleados se sientan comprometidos con la empresa y en el que la propia corporación empatice con ellos no es algo lejano ni imposible. Para garantizar el éxito de una empresa es necesario que una de las prioridades sean sus empleados y lo primero que tendrá que hacer es velar por una buena comunicación con los mismos.

La comunicación interna en las empresas requiere también que se integre en la organización de la misma. Y no basta con enviar mensajes discontinuos y sin ningún objetivo concreto. Los departamentos de recursos humanos y marketing o comunicación deben ocuparse de la relación con los empleados. Ellos no son meras piezas del engranaje empresarial. Son las piezas CLAVE para que todo funcione lo mejor posible.

El trato que reciben los trabajadores y su estado de ánimo tienen un impacto directo sobre la empresa. Una buena comunicación permite poner al día de forma continua el funcionamiento de la empresa y evita que los posibles problemas que puedan surgir acaben enquistándose y enrareciendo el ambiente de trabajo.

 

COMPROMISO, LEALTAD, CONFIANZA Y MOTIVACIÓN

Compromiso, lealtad, confianza y motivación serán los valores más destacados que puede sumar una empresa a su organización si es capaz de mantener una sólida comunicación interna. Ésta es una apuesta clara frente al resentimiento y la crítica que aparecerían en caso contrario. Por no hablar de la fuga de talentos a la competencia que acarrea el hecho de obviar el estado emocional de los empleados.

En su libro Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, Dale Carnegie advierte que “sólo hay un medio para conseguir que alguien haga algo”. ¿Te has detenido alguna vez a pensar en esto? Sí, un solo medio. Y es el de “hacer que la persona quiera hacerlo”.

La mayoría de los humanos queremos lo mismo: vivir, dormir, alimentarnos… En definitiva, cubrir nuestras necesidades básicas. Sin embargo, hay una esencial: nos gusta sentirnos importantes, apreciados y elogiados.

 

“No critique, no condene ni se queje”

De ahí que entre las reglas que sugiere para conseguir comunicarse de forma efectiva destaque: “No critique, no condene ni se queje”. Si fuera necesario transmitir a alguien una corrección será mejor iniciar el mensaje de forma positiva, trasladándole nuestra confianza en su potencial para sugerirle a continuación cómo puede mejorar.

Ya hemos dicho que una comunicación efectiva y de calidad aumenta el compromiso de los empleados y refuerza su motivación. Pero es asimismo necesario destacar que de la misma forma fomenta el trabajo en equipo al crear grupos más cohesivos entre sí; crea un buen ambiente de trabajo y permite una mayor aprendizaje que abre las puertas a la incorporación de mejoras que harán crecer la empresa.

 

MEJORAR LA COMUNICACIÓN INTERNA

Apuntamos algunos consejos que pueden mejorar la comunicación interna de una empresa.

#1. Organizar las comunicaciones.

Es importante tener claro qué comunicar y cuándo hacerlo. Por supuesto habrá que transmitir los mensajes de la forma más clara posible para que no se presten a equívocos. Sería un error dejar al azar la información a trasladar sin pensar cual es el momento más adecuado. Ni el estado de ánimo de los empleados ni el de la propia empresa es siempre el mismo. Por ello habrá que tener en cuenta el cómo y el cuándo.

#2. Decidir los canales de comunicación.

Una vez tengamos clara la estrategia de comunicación habrá que escoger los canales que se utilizarán para hacer llegar la información. Todos no valen y es mejor utilizar los justos y necesarios para evitar descuidos o hartazgo. Aunque siempre tendremos que tener presente que el “cara a cara” será el más importante. Es ahí cuando se capta el estado emocional de la plantilla. Sin embargo, las reuniones pueden interferir en el trabajo diario, por ello habrá que echar manos de aplicaciones móviles o redes sociales para la comunicación periódica. ¿Qué opción será la mejor? Pues habrá que analizar el perfil de los empleados. Seguramente la forma de comunicarse de los diferentes grupos generacionales es diferente. Habrá que escoger la que más se ajuste a los usos de los empleados, que sea fácil y eficiente.

#3. Reforzar las habilidades de los empleados.

Como hemos apuntado anteriormente, la crítica crea resentimiento y desconfianza. Por ello, cuando se trate de mensajes centrados en la acción de los empleados es necesario iniciarlos con un elogio. De esta forma se refuerzan las habilidades positivas de los trabajadores. Si cabe corregir alguna acción, un buen camino es hacerlo formulando preguntas en positivo.

#4. Transparencia.

La transparencia es fundamental en una empresa. Ni verdades a medias, ni información interesada. Los canales de comunicación se utilizarán para transmitir todo tipo de información. Aspectos positivos y negativos de la propia compañía, o de empresas de la competencia, que puedan servir de ejemplo. Incluso se aconseja incorporar historias para crear conexiones emocionales con los empleados. De la misma manera, habrá que buscar la mejor fórmula para que la comunicación sea bidireccional. Es decir, que la plantilla también pueda expresar sus opiniones y sugerencias a la dirección. Así se democratiza la comunicación lo cual facilita la identificación del trabajador con la misma y con sus objetivos.

#5. Centrarse en las soluciones.

Como en otros ámbitos de la vida pensar únicamente en los errores y las preocupaciones acaba por frenarnos, no nos permite avanzar. Por esta razón, en las empresas tampoco es aconsejable que los mensajes aborden siempre aquello que no funciona. ¿De qué sirve quejarse si no se ofrecen soluciones? Resulta más positivo, una vez se han analizado los problemas, centrarse en las soluciones. No conduce a ningún sitio hablar siempre en negativo. El impacto sobre la organización será mayor y más positivo si apuntamos nuevas estrategias y oportunidades.

#6. Cultura empresarial.

La información que se transmita y la forma en que se haga debe estar en consonancia con los valores de la empresa. Su cultura debe estar basada en la lealtad y el compromiso porque eso es lo que se acabará contagiando a los colaboradores sin que se aprecien como valores artificiales.

La comunicación interna comporta un flujo circular que beneficia a todos los miembros de una compañía. Una buena comunicación comporta un mayor compromiso de los trabajadores y, en consecuencia, empelados más motivados. Si todos los engranajes se implican más crece la eficacia lo cual facilita la felicitación sincera a los trabajadores por los logros alcanzados y aumenta el bienestar emocional del equipo que redunda en la lealtad del mismo.


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