Si fueras a una fiesta en donde el
anfitrión de mala gana te ofreciera una bebida, viera por encima de vos,
saludara a alguien más como si fuera más importante y básicamente no pudiera
esperar a que te vayas, las probabilidades serían que te irías de inmediato, golpeando
la puerta detrás de vos.
Desafortunadamente esa es la
experiencia que muchos de nosotros recibimos hoy en día. No somos tratados como
clientes valorados, somos “algo”’ que tienen que soportar. Somos como la fuerte
alarma de coches que impide dormir. Y, por otra parte, el servicio al cliente
se ha vuelto deficiente.
Las empresas están muy enfocadas
en los problemas de sus negocios sin prestar atención, alejando y luego
perdiendo a los clientes y la relación que ya tienen. Los clientes que son
subestimados, pronto se van y el negocio sufre.
Aquí te presentamos cinco
herramientas para tener en cuenta si queremos mejorar el servicio al cliente y
así abrir las puertas a un mayor éxito.
1.
Usa el
término adecuado. Primero,
llama a los clientes por sus nombres, apréndetelos y dales la importancia que
se merecen. Siempre estamos felices de verlos y tratamos de hacer de su tiempo
con nosotros una gran experiencia.
2.
Anticipa
sus necesidades. Un
buen mesero sabe cuándo rellenar tu vaso o traer la cuenta, igual que una gran
empresa anticipa lo que necesitan sus clientes, muchas veces incluso antes de
que estos lo sepan.
3.
Sé respetuoso. No cuesta nada ser educado, pero puedes pagarlo
caro si no lo eres. Muchas empresas hoy en día se centran en mayor medida en el
trabajo con el cual deben cumplir y olvidan muchas veces a sus clientes,
llegando incluso al punto de olvidar algo tan básico como el saludo cuando
tratan con ellos, por eso tener un trato educado y respetuoso es un factor que
no debes descuidar.
4.
Trata a
todos como clientes VIP. “Solo
hay un jefe, el cliente”, dijo Sam Walton una vez. “Y él puede despedirlos a
todos desde el presidente para abajo, simplemente gastando su dinero en otra
parte”.
5.
Muestra
acción inmediata y soluciones, no a quien culpar. Algunas veces las cosas se arruinan, pero las
disculpas, las cuales son importantes, no tendrán el peso necesario si no son
seguidas por algún tipo de acción. Bien hecho es mejor que bien dicho.
Para resumir, una gran
experiencia por parte de un cliente no es de un área, es el trabajo de todos, y
como Henry Ford dijo: “Un negocio completamente devoto al servicio sólo tendrá
una preocupación, qué hacer con las ganancias”.
¡Sobrepasa las expectativas de
tus clientes! Contáctanos para saber cómo
podrías hacerlo.